Hoy en día una de las principales barreras con las que se encuentran los docentes a la hora de que los alumnos aprendan es la MOTIVACIÓN de los mismos. Esto es debido a que en la actualidad los alumnos encuentran la información y el aprendizaje a un solo clic, puesto que desde tempranas edades tienen acceso a la información a través de los distintos soportes digitales como móviles, tablet y ordenadores.
La motivación hacia el aprendizaje es uno de los principales recursos para paliar el fracaso y el abandono escolar desde muy tempranas edades.
Jesús Alonso Tapia (2007), en su libro “Motivar en la escuela, motivar en la familia”, señala la importancia que tiene la motivación y el entorno en el avance de la escolaridad y la importancia que el esfuerzo tiene en la educación y en la escolaridad, así como el valor de la metas a alcanzar como base de la motivación de niño, teniendo la tarea como base de todo avance educacional, se deben tener en cuenta los siguientes principios:
- Motivar creando situaciones que conecten con sus intereses y expectativas.
- Propiciar un clima de comunicación, cooperación y armonía.
- Arbitrar dinámicas que fomenten el trabajo en grupo.
- Proponer una serie de actividades que deberán tener un contexto lúdico.
- Plantear actividades que se encuentren en el intervalo de accesibilidad.
- Potenciar actividades que eviten la monotonía.
- Facilitar actividades que se puedan desarrollar con la mínima ayuda necesaria.
- Valorar el trabajo de cada alumno (todo alumno destaca en algo).
- Ubicar los contenidos en la realidad, haciéndoles ver la funcionalidad.
- Plantear actividades abiertas con soluciones diversas.
- Favorecer la relación profesor- alumno para crear un clima de confianza.
- Ordenar y dosificar los nuevos contenidos conceptuales de forma apropiada.
- Potenciar el gusto por aprender a aprender.